En la madrugada del lunes 13 de
enero, el buque tanque CRYSTALWATER producía un vertido contaminante en las
aguas del puerto de Málaga. Llegado a primeras horas de la tarde del día 12
procedente de Las Palmas, el barco de bandera maltesa, quedaba amarrado en el
muelle de Romero Robledo (Nº 7). Momentos
después de finalizar la maniobra de atraque, se iniciaba la descarga de las 2.470
toneladas de residuos de fuel oil que traía para las instalaciones de ODT (Oil
Distribution Terminal) situadas en la explanada del muelle cinco. Las
descargadas de este tipo de producto se realizan por tuberías subterráneas que,
tras recorrer los muelles, terminan en este centro de almacenamiento de
residuos oleosos.
Pasadas las 00:00 horas del lunes, miembros de la policía
portuaria alertaban de la existencia de un escape; el cual, al parecer, podría
haberse producido en la conexión que une las tuberías del buque con la línea
subterránea. Tras paralizarse la descarga, se activaba el protocolo de vertidos de productos contaminantes sobre
las aguas del puerto. Treinta minutos después, miembros de Sepumasa
(amarradores del puerto) con dos de sus lanchas, iniciaban la colocación de una
serie de barreras antipolución.
Terminada la colocación de 500
metros de barrera flotante, la zona comprendida entre el espigón pesquero Norte
y la esquina Este del muelle de Romero Robledo quedaban acotadas. Además de
esta zona, la bocana del muelle pesquero también estuvo cerrada durante unas
horas en la madrugada. Una vez cercado el vertido, las embarcaciones
especializadas en recogida de productos contaminantes ALNASUR 1 y PELICAN-1004 comenzaban
a trabajar. Mientras la ALNASUR 1 lo hacía dentro de la zona acotada, la PELICAN-1004
operaba por fuera de la barrera.
Tras efectuar Capitanía Marítima una
inspección a bordo del CRYSTALWATER, las labores de limpieza se prolongaban
hasta últimas hora de la tarde del lunes
13.
Al día siguiente, tras comprobar
que gran parte del vertido había sido retirado (se estima que la pérdida podría
haber alcanzado los 1.500 litros), los responsables técnicos de la Autoridad
Portuaria malagueña ordenaban la retirada de la barrera antipolución, quedando
sólo un pequeño tramo en la esquina Este del muelle de Romero Robledo donde la ALNASUR
1 retiraba algunos residuos; unas labores que se continuaron hasta primeras
horas del miércoles 15, momento en que la limpieza quedaba completada.
Ese mismo día, el buque CRYSTALWATER
cambiaba de atraque, pasando del muelle de Romero Robledo (Nº 7) al de Heredia
(Nº 4) donde terminaba de ejecutar la descarga interrumpida por el accidente. A
las 04:30 horas del 17 de enero, el
buque dejaba las aguas malacitanas con a Gibraltar.
Un incidente que podría haber
causado una verdadera catástrofe medioambiental en las aguas del puerto, y que,
gracias a la rápida y coordinada actuación de los responsables portuarios
malacitanos, sólo quedó en un susto.
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